La música ha entrado con una fuerza arrolladora.
Para tocar la batería no hace falta mucho, y la guitarra (que ni se oye) ha merecido que le hagan una fila ordenada y en toda regla. Esta es una emoción que me llevo sin preparar, y ver la cara de felicidad que tienen, otra.
Fantástico, enhorabuena siempre por tu trabajo
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